Las pólizas de seguros de comunidad, están compuestas por unos capitales con
los que se valora al edificio y por las coberturas que se desee contratar. De
esta forma, a través de diferentes tipos de seguros de comunidad podemos
asegurar los riesgos de incendio, robo, daños por agua, responsabilidad civil,…
que pueden afectar a los edificios de comunidades de propietarios.
¿Cómo comparar las pólizas de seguro de comunidad?
El mejor seguro para nuestra comunidad es el que más se adapte a las
necesidades concretas de nuestro edificio. Tendremos que estudiar
fundamentalmente tres aspectos:
- Que los bienes a asegurar (edificio o continente, contenido y urbanización exterior) estén valorados correctamente.
- Que las coberturas del seguro de comunidad sean las que realmente necesitamos para nuestro edificio. Hay que tener en cuenta que las garantías de cada compañía no son iguales porque cada aseguradora tiene unas definiciones diferentes de los elementos que incluyen y también contienen límites distintos.
- Además, hay que tener en cuenta las franquicias, las exclusiones, las formas de valoración, la prima (precio) y por supuesto, que la compañía ofrezca una asistencia rápida y eficiente.
Hay varios datos que siempre recomendamos que se verifiquen
en los contratos de seguros de comunidad (además de los del tomador y dirección
del riesgo). Son los m2 construidos que se declaran en póliza, las
alturas sobre y bajo rasante, el año de construcción, el nº de escaleras y
portales, el nº de vecinos, los m2 de zonas comunes, la existencia o
no de piscinas e instalaciones deportivas,...
Por todo lo anterior, es recomendable, asesorarse a través de
corredores de seguros (o de corredurías), ya que gracias a su
conocimiento y experiencia, pueden revelar las ventajas e inconvenientes de
cada póliza.