El seguro de coche es una póliza que no podemos
pensar si la contratamos o no, ya que es un seguro obligatorio
por ley. Sin embargo, dada las enormes combinaciones de coberturas
que nos da el mercado, lo que sí es conveniente que nos planteemos es cuáles
son las garantías que nos interesan.
Para situarnos, las más comunes de entre las cuales podemos elegir la
combinación de nuestra póliza son las siguientes:
- Responsabilidad Civil de Suscripción Obligatoria (y suplementaria).
- Defensa Jurídica y Reclamación de Daños.
- Vehículo de Sustitución o Indemnización por Inmovilización.
- Asistencia en Viaje.
- Incendio del Vehículo.
- Rotura de Parabrisas y Lunas.
- Robo del Vehículo.
- Asistencia al Automovilista.
- Defensa en Multas de Tráfico.
- Subsidio por Privación del Permiso de Conducir.
- Daños Propios.
- Riesgos extraordinarios
- Seguro del Conductor,...
Sin embargo, para tomar la decisión de qué compañía y coberturas elegimos,
debemos tener en cuanta cuales son los límites de estas garantías, cuál es la
asistencia que presta esta aseguradora, cuál es su forma de trabajar a nivel de
asistencia en viaje o a nivel de reparación a través de talleres
concertados,...
Es importante también conocer las posibilidades de fraccionamiento y (en su
caso) el recargo que nos va a suponer el pago semestral o trimestral de la
póliza.